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¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL CUIDADOR QUEMADO?

El cuidador es la persona que asiste a otra que necesita ayuda para cuidar de sí misma.   Los cuidadores son profesionales de la salud, familiares, amigos, trabajadores sociales o miembros de diferentes entidades que prestan ayuda en el hogar, en el hospital o en otro entorno de asistencia sociosanitaria

Si en algún momento te has preguntado qué es el síndrome del cuidador quemado y cómo evitarlo, desde Clínica Humana te podemos ayudar.

El acto de cuidar a una persona que necesita nuestra ayuda es una experiencia profundamente positiva y gratificante. Sin embargo, es esencial reconocer que esta vivencia también puede presentar desafíos y aspectos que requieren atención y cuidado. 

Los cuidadores pueden experimentar períodos de estrés, depresión e incluso ansiedad. Esto se debe a que cuando entregamos nuestro cuerpo y alma a los demás, a veces nos olvidamos de cuidarnos a nosotros mismos.

Estas alteraciones se conocen como el síndrome del cuidador quemado y pueden llegar a generar cambios físicos, psíquicos, sociales y emocionales en aquellas personas que se dedican a cuidar a otras, tal y como recoge el estudio Síndrome de burnout en cuidadores informales, publicado por la Revista Sanitaria de Investigación.  

Cuando este síndrome comienza a afectar a las personas, empiezan a notar desequilibrios en muchos ámbitos de su vida. Hoy en Clínica Humana te explicamos en qué consiste este profundo desgaste emocional y físico, cómo evitarlo y, lo más importante, cómo ayudar a alguien que lo pueda estar padeciendo.

En nuestra organización somos expertos en el cuidado de personas mayores dependientes, por lo que sabemos la importancia que tiene el manejo de este síndrome, tanto para nuestros trabajadores como para cualquiera que tenga a otras personas a su cuidado. 

El síndrome del cuidador quemado es una manifestación del burnout: es decir, la respuesta que da un trabajador cuando percibe la diferencia existente entre sus propios ideales y la realidad de su vida laboral. Se desarrolla, generalmente, en aquellas profesiones de ayuda e interrelación frecuente. 

Sin duda el burnout en general y el síndrome del cuidador quemado en particular suponen un riesgo potencial para la salud. Por ello es importante conocer cómo afecta a las personas, contar con ayuda y darle alta prioridad al autocuidado, ya que éste favorecerá el bienestar de los cuidadores y facilitará su trabajo.

¿Cómo evitar el síndrome del cuidador quemado?

Desde Clínica Humana queremos ofrecerte algunos consejos para evitar el síndrome del cuidador quemado.

  1. Comprenderlo ayuda a controlarlo mejor. La información es poder. Si conocemos su existencia y por qué afecta a los cuidadores, sus síntomas, cómo evoluciona y los cambios progresivos que produce, podríamos saber de antemano si una persona lo padece. De esta forma, al comprender plenamente este síndrome, podremos protegernos de él y evitarlo.

  2. Reconocer que necesitamos ayuda. Así como nuestros músculos nos permiten soportar una cierta cantidad de peso sin lastimarnos, nuestro cerebro también tiene un “límite de carga emocional”. Es vital que los cuidadores tengan acceso a apoyo externo para evitar sentirse sobrecargados.

    Esto puede parecer de sentido común, pero en realidad es más complicado de lo que parece. En muchos casos, es posible que la persona no sepa cómo pedir ayuda extra: bien porque siente que está mal pedirla, bien porque cree que, si la pide, no está realizando su trabajo correctamente. Sin embargo, es al revés. Pidiendo ayuda conseguiremos dar un mejor servicio y nos cuidaremos a nosotros mismos.

  3. Saber expresar nuestros sentimientos. Similar al punto anterior, saber expresar lo que sentimos con respecto a nuestro trabajo, incluidos los sentimientos o emociones negativas (como la frustración), puede ayudarnos a evitar el síndrome del cuidador quemado o burnout. Apoyarnos en nuestros compañeros, familiares o amigos puede ayudar a disminuir nuestra sensación de desidia frente al cuidado de una persona.

  4. Conocer estrategias para manejar los síntomas si creemos que padecemos el síndrome. No hay duda de que cuando trabajamos con personas dependientes, uno de los principales síntomas que surge cuando empezamos a sentirnos “quemados” es la dejadez. Esta apatía hacia quienes necesitan cuidados no sólo es muy negativa, sino que también afecta a los cuidadores.

    Estos cambios de comportamiento son fáciles de notar. Afortunadamente, existen una variedad de estrategias y terapias que pueden ayudarnos a controlarlos. Hablar con un médico es el primer paso para aprender cómo combatir estos síntomas.
  5. Autocuidado. Dedicarnos tiempo a nosotros mismos.

No podemos sentirnos absorbidos por todas las tareas que nuestro trabajo nos demanda. Por supuesto que tenemos que cuidar de la persona a nuestro cargo, pero jamás deberíamos dejarnos a nosotros de lado. Anteponer nuestras propias necesidades tanto a nivel físico como psíquico no solo nos afecta negativamente a nosotros como cuidadores, sino también por efecto rebote a la persona que tenemos a cargo.

Cuidarse a uno mismo es un aspecto importante dentro del abanico de responsabilidades que tenemos como cuidadores/as.

¿Cómo ayudar a que las personas con burnout o síndrome del cuidador quemado se sientan mejor?

Por norma general, todas las personas que padecen este desgaste físico y emocional se responsabilizan a un nivel muy alto del cuidado de la persona dependiente. 

Esto puede generar sentimientos encontrados sobre la realidad que estos cuidadores/as viven, llegando a olvidar sus propias necesidades y a situaciones en las que ellos mismos se ven aislados y solos.

Desde Clínica Humana os damos algunos consejos para gestionar el burnout o síndrome del cuidador quemado. 

  1. Antes de nada, hablar con los cuidadores y hacerlos conscientes de su situación. 
  2. Delegar el trabajo a otras personas en la medida de lo posible.
  3. Facilitar entornos seguros para que los cuidadores puedan expresar sus necesidades en confianza.
  4. Prestar atención a que no estas personas no descuiden sus hábitos de vida.
  5. Ofrecerles tiempo de calidad para ellos mismos. Es importante que durante el síndrome no renuncien a sus aficiones.
  6. Mantener siempre una actitud positiva con ellos. Recordarles los elementos agradables de su trabajo.
  7. Empatizar con el cuidador. Ponerse en la piel de la persona que sufre este síndrome ayuda a comprender su comportamiento. Nunca debemos forzarlos a hacer algo que no deseen.

Esto es una pequeña guía con algunos tips importantes que debemos tener en cuenta si queremos ayudar a una persona que sufra de este síndrome. 

Desde Clínica Humana recomendamos siempre contar con la ayuda de profesionales de la atención domiciliaria, que tengan herramientas de autocuidado para evitar cualquier manifestación del burnout. Contacta con nosotros llamando al +34 971 21 71 79 o enviando un correo a info@clinicahumana.es e infórmate sin compromiso.

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